jueves, 24 de octubre de 2013

Estado del País después de la Independencia: Lucas Alamán

Estado del País después de la Independencia. Capítulo XII
Lucas Alamán

Lucas Alamán analiza y discute si la Independencia ha sido un bien o un mal y si debió o no promoverse. Hacer notar que si México no hubiera hecho su independencia en 1821, la habría hecho poco después, tomando en cuenta el curso de los eventos.

Lucas Alamán y Escalada 
Nació en Guanajuato, Guanajuato en 1792, en el seno de una prominente y acaudalada familia; murió en 1853. Estudió química y minerología. Fue electo diputado de las Cortes de 1820 en Madrid. Como político, fue miembro de la Cámara de Diputados, dirigió el Ayuntamiento de la ciudad de México y fundó el Partido Conservador.
Se ha dicho que su visión de los problemas de México se debe a que en su juventud fue testigo de la toma de Guanajuato por las tropas de Hidalgo, lo que generó que su familia perdiera su fortuna. Afirmó que la guerra de Independencia fue más bien un levantamiento de proletarios contra propietarios. Él defendió a la Iglesia y protegió a las corporaciones.

Ventajas

El país ha hecho notables progresos, no tanto debidos al impulso del gobierno, sino más bien venciendo los obstáculos que las instituciones y las dificultades políticas les han opuesto.

  • Lo único que ha permanecido inmutable es la Iglesia, y esto es debido a que ni el Congreso ni el Gobierno han podido poner mano en su administración ni en la elección de sus ministros.
  • Las minas han progresado. 
  • La agricultura ha vuelto a un estado más próspero. 
  • Se han formado grandes establecimientos industriales.
  • Ha subido precio de las propiedades, contribuyendo a hermosear algunas ciudades.
  • Acumulación de ciertos caudales.
  • Varias artes han llegado a un estado elevado de perfección.

Desventajas

Muchos funestos resultados.

  • Trastorno de muchos elementos de la sociedad
  • Pérdida inmensa de territorio
  • Ruina de la hacienda.
  • Violentas convulsiones.
  • Gran deuda exterior.
  • El efecto de las ideas que han ido prevaleciendo desde el siglo pasado (XVIII), ha sido destruir toda desigualdad heráldica o administrativa: no quedó ya otra distinción que el dinero, buscarlo es el único fin.

Conclusión

Los elementos de la prosperidad de la nación existen, y la nación está en la miseria. La consecuencia que de estos antecedentes es que las instituciones políticas de esta nación no son las que requiere para su prosperidad: es pues, indispensable reformarlas, y esta reforma es urgente y debe ser el asunto más importante. 
En la actualidad, es tal la confusión que se ha introducido, que aunque al orden presente de cosas se le llama federación, en realidad no existe cosa alguna a que pueda darse un nombre conocido.

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